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El consejero de Medio Ambiente, Carlos Fernández Carriedo, ha presentado un nuevo sistema para la gestión de las reservas de caza de Castilla y León –entre ellas la abulense de Gredos- mediante el empleo de las más modernas tecnologías consistentes en una PDA, un localizador GPS y una impresora preparada para el movimiento.
Este nuevo método, que servirá como experiencia para futuras implantaciones en otros procedimientos administrativos, tiene dos fines fundamentales: por una parte, la tramitación de las reclamaciones por daños causados por las piezas de caza en las reservas, incluyendo la grabación, control y seguimiento de la denuncia y, por otro, la gestión de los permisos de caza.
El consejero de Medio Ambiente explicó que con este nuevo sistema se pretende, sobre todo, mejorar la atención que los guardas ofrecen a los damnificados, facilitar la gestión de los permisos que deben obtener los cazadores y mejorar el rendimiento de las cacerías. Se trata, en definitiva, de conseguir una serie de objetivos como son reducir los tiempos internos en cada procedimiento, reducir los costes de tramitación, obtener mayor cantidad de datos y más fiables, procesar la información de forma consistente y fácil, posibilitar la inmediatez de acceso a la información y posibilitar la obtención de duplicados de documentos (licencias y permisos de caza) en el mismo campo.
Formación para 210 personas
La puesta en marcha de este nuevo sistema de aplicación de nuevas tecnologías ha venido acompañada de un proceso de formación en el que han participado más de 210 personas, trabajadores de las reservas. En cuanto al soporte tecnológico, los equipos PDA, cuyo coste asciende a unos 150.000 euros, han sido facilitados gratuitamente por Telefónica, compañía que aporta la cobertura GPRS/GSM.
De esta forma, la gestión de las reservas de caza, una vez implantadas estas nuevas tecnologías, supone que el guarda de la reserva pueda imprimir un duplicado tanto de la licencia como del permiso de caza, ya que uno de los problemas más habituales es que el olvido de estos documentos por parte del cazador obligue a retrasar la cacería.
Además, el guarda recibe toda la información del permiso que ha generado el director técnico en el «back-office». Las fichas de caza ya se encuentran recogidas en formularios soportados por la PDA que, paso a paso y conforme al orden de desarrollo de la cacería, van recogiendo los datos necesarios.
Otro aspecto a tener en cuenta es que se puede recoger la posición exacta donde se ha realizado la caza, así como las fotografías de todos los animales abatidos. Por último, finalizada la cacería, la liquidación se realiza automáticamente, obteniéndose la cantidad que debe pagar el cazador e imprimiendo el guarda esa liquidación que se entrega al cazador.
Envío de datos inmediato
En el caso de las reclamaciones por daños, la información recogida viaja vía GPRS hasta la web de la Junta de Castilla y León, lo que permite su almacenamiento ordenado y clasificado para su análisis fácil y la obtención de los datos suficientes para la mejora de la gestión.
Los nuevos sistemas informáticos permitirán reducir el tiempo de tramitación tanto de permisos de caza como de gestión de daños hasta en un 84 por ciento. Cada año se tramitan en las reservas regionales de caza 1.300 expedientes de gestión de daños y 2.000 lotes de caza.
Las diez reservas de Caza de la Comunidad, en las que ya se ha implantado este nuevo modelo de gestión, son: Riaño, Mampodre, Ancares Leoneses, Fuentes Carrionas, La Demanda, Urbión, La Culebra, Villafáfila, Las Batuecas y Gredos.